Los médicos llevaron a cabo el viernes la autopsia sobre el cadáver de Michael Jackson, pero no pudieron determinar de manera inmediata las causas de la muerte del «rey del pop», mientras varios medios publicaron que recibió una inyección de un calmante anestésico poco antes de sufrir un colapso.
Jackson estaba en parada cardiaca completa cuando los servicios médicos llegaron el jueves a la mansión alquilada en la que vivía en el barrio de Holmby Hills, en Los Ángeles, mientras su médico personal intentaba desesperadamente reanimarle.
La superestrella del pop de 50 años fue llevada rápidamente al Centro Médico UCLA, donde se declaró su muerte sin que recuperase la consciencia.
«La (determinación de la) causa de la muerte se ha retrasado, lo que significa que el forense ha ordenado más pruebas, como toxicología y otros estudios», dijo el portavoz del forense del condado de Los Ángeles, Craig Harvey. «Esas pruebas creemos que tardarán entre cuatro y seis semanas más».
Ante una nube de periodistas en el exterior de la oficina del forense, Harvey dijo: «No hay ningun indicio de un trauma externo o de algo sospechoso en el cuerpo del señor Jackson».
La policía dijo que quiere interrogar al médico personal del cantante, identificado por los medios como el cardiólogo doctor Conrad Murray, con sede en Houston.
El viernes por la noche, el cadáver fue trasladado a una morgue a petición de la familia, dijo a los periodistas el número dos de la oficina del forense, Ed Winter, sin revelar su ubicación. Tampoco hay ninguna información sobre dónde podría ser enterrado.
Un «miembro cercano» sin identificar de la familia Jackson dijo a la página dedicada a los famosos en Internet TMZ.com que el cantante recibió una inyección del analgésico Demerol una media hora antes de sufrir el infarto.
TMZ, citando a miembros de la familia, dijo que recibía una inyección diaria de Demerol, y que la familia cree que la muerte fue causada por una sobredosis del medicamento.
La policía registró el domicilio del cantante e incautaron el Mercedes de Murray, diciendo que podría contener pruebas.
«ADICCIÓN» A CALMANTES
Un hombre sin identificar llamó al número de emergencias 911 desde la casa a las 12:21 hora local, diciendo que Jackson estaba inconsciente y no respiraba. En extractos de la llamada facilitados por las autoridades, el autor de la llamada afirmó que el médico era la única otra persona presente y que estaba practicando una desesperada maniobra de resucitación cardiopulmonar, sin obtener resultados.
«Está bombeando, está bombeando su pecho, pero no está respondiendo a nada, señor, por favor», dijo el hombre.
Un alto cargo policial dijo a ABC News que el cantante era «muy adicto» al calmante Oxitocina y que recibía una inyección diaria de este medicamento, junto con el Demerol.
El abogado Brian Oxman, portavoz de la familia Jackson, dijo al programa de CBS «The Early Show» que había estado preocupado por los fármacos prescritos que Jackson tomaba debido a las lesiones que sufrió mientras actuaba.
«Había advertido a todos a quienes podía advertir y les dije que un día, Michael Jackson va a despertar muerto, la cual es una forma muy extraña de decirlo», dijo.
«No quiero señalar a nadie porque quiero escuchar qué dice el informe toxicológico y el forense, pero la verdad del asunto es que Michael Jackson tenía fármacos prescritos a su disposición en todo momento», agregó.